El
mundo de las patentes es algo totalmente desconocido para mí. De hecho, me ha
llamado poderosamente la atención que ya hacia el año 1800, James Watt se
esforzase por conseguir una patente para su máquina a vapor. Igual ya era la
práctica en esa época. No sé si Edison también tuvo que buscar una patente para
su bombilla. De todas formas, si no lo hizo ha podido pasar a la posteridad con
el reconocimiento de su mérito sin necesitarla.
La pregunta
que me hago es ¿todo invento debe ser patentado? O mejor dicho, ¿deben
patentarse las ideas? El hecho de que las ideas se deban patentar es algo que
no consigo aceptar del todo. Entiendo la necesidad de revindicar mi gran idea y
de que mis esfuerzos no sean copiados por otros. Lo veo más claro cuando
hablamos de inventos pero me cuesta más cuando hablamos de estudios de
investigación en biomedicina o biotecnología por ejemplo. Y qué decir de mi
disciplina. Desde luego, en enfermería no conozco ningún estudio que se haya
patentado, aunque también podría ser por desconocimiento. Pero cómo patentar
una idea que puede ser beneficiosa para la población. No le veo sentido a
patentar una intervención para mejorar la calidad de vida del cuidador
informal. Si esa intervención puede mejorar la vida de las personas que cuidan,
¿por qué reducir su aplicación sólo por parte de aquél que tiene su patente?
Sinceramente no lo veo. Y creo que es por una sencilla razón. Porque con esos
estudios enriquecerse es imposible. Si no hay dinero de por medio problema
solucionado.
Además de la patente (propiedad industrial) está el copyright (la propiedad intelectual), igual es más adecuada a esos casos...
ResponderEliminar