miércoles, 15 de febrero de 2017

Y hasta aquí hemos llegado

En primer lugar, me gustaría destacar que este segundo módulo de la asignatura me ha resultado muy ameno e interesante. A pesar de no haber podido acudir a las sesiones presenciales, la lectura de los post y de las entradas del e-libro de texto me han parecido enriquecedoras y dinámicas, lo cual se agradece.


Para terminar con la asignatura he leído las entradas sobre la carrera de un científico. Realmente me ha entrado un poco de depresión leyendo el panorama actual que hay una vez se termina la tesis. La realización de la tesis requiere tanto esfuerzo que a veces tiendo a idealizar el final. Me imagino defendiendo la tesis y comenzando una vida nueva llena de satisfacciones laborales. No es que haya necesitado leer estos posts para darme cuenta de la cruda realidad porque algo ya sabía al respecto pero sí es verdad que conviene recordar y tener presente que la tesis es sólo el inicio de un camino largo de trabajo y esfuerzo. No obstante, aunque creo que hay que ser realista, no creo que debamos caer en la fatalidad ni en el pesimismo. Que una vez terminada la tesis, encontrar un puesto de trabajo en la Universidad será difícil, pues sí. Que poder dedicarme a lo que me gusta me costará tiempo y esfuerzo, también. Pero para mí ese camino no empieza ahora. Yo llevo ya 10 años trabajando como enfermera (para algunos parecerán muchos años y para otros muy pocos, pero a mí ya me empiezan a sonar a algo serio), y durante estos años he estado buscando mi sitio, formándome y tratando de decidir dónde quiero estar los próximos diez años. Así que sé que cuando termine la tesis seguiré igual, trabajando, intentando buscar un hueco en la investigación y la docencia y pensando dónde querré estar los siguientes diez años de mi vida. Creo que cuando dicen que si te esfuerzas y te mueves puedes llegar donde quieras tienen algo de razón (no toda porque luego la vida no es tan idílica). Creo también que a veces el camino es más interesante que la meta. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Patentes


El mundo de las patentes es algo totalmente desconocido para mí. De hecho, me ha llamado poderosamente la atención que ya hacia el año 1800, James Watt se esforzase por conseguir una patente para su máquina a vapor. Igual ya era la práctica en esa época. No sé si Edison también tuvo que buscar una patente para su bombilla. De todas formas, si no lo hizo ha podido pasar a la posteridad con el reconocimiento de su mérito sin necesitarla.


La pregunta que me hago es ¿todo invento debe ser patentado? O mejor dicho, ¿deben patentarse las ideas? El hecho de que las ideas se deban patentar es algo que no consigo aceptar del todo. Entiendo la necesidad de revindicar mi gran idea y de que mis esfuerzos no sean copiados por otros. Lo veo más claro cuando hablamos de inventos pero me cuesta más cuando hablamos de estudios de investigación en biomedicina o biotecnología por ejemplo. Y qué decir de mi disciplina. Desde luego, en enfermería no conozco ningún estudio que se haya patentado, aunque también podría ser por desconocimiento. Pero cómo patentar una idea que puede ser beneficiosa para la población. No le veo sentido a patentar una intervención para mejorar la calidad de vida del cuidador informal. Si esa intervención puede mejorar la vida de las personas que cuidan, ¿por qué reducir su aplicación sólo por parte de aquél que tiene su patente? Sinceramente no lo veo. Y creo que es por una sencilla razón. Porque con esos estudios enriquecerse es imposible. Si no hay dinero de por medio problema solucionado. 

lunes, 6 de febrero de 2017

Sistemas CTS

Este tema es muy nuevo para mí y aunque he oído hablar del sistema CTS y de las famosas siglas I+D. Son campos que en mi disciplina apenas se tocan, o yo por lo menos no he abordado todavía.
De todas formas, tras la lectura de las entradas he reflexionado sobre los siguiente: 

En relación a la percepción social de la ciencia. No me ha llamado especialmente la atención que en las encuestas los ciudadanos tengan una opinión favorable de la ciencia. En mi opinión, siempre ha tenido una visión positiva por parte de la sociedad. Otro asunto es que la ciudadanía se entere de los proyectos que se llevan a cabo y sus resultados. Aquí sí que creo que algo falla porque, por norma general, los estudios de investigación no llegan de manera efectiva a la población, a no ser que sea mediante la divulgación, tema que ya tratamos anteriormente.

Igualmente, creo también que uno de los objetivos principales de cualquier investigación debe ser la mejora de la calidad de vida de las personas. En mi caso, mi estudio centrado en el cuidador informal de ancianos dependientes, el fin último es ese. Espero que pueda contribuir, aunque sea de forma muy pequeña, a mejorar su calidad de vida, o por lo menos, a buscar algún tipo de solución a corto, medio o largo plazo.

Por último, me ha resultado interesante conocer que China se encuentra a la cabeza de la ciencia mundial. En el fondo no me ha sorprendido ya que esta gran potencia mundial parece ser líder en muchos más ámbitos.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Fraude científico

Tras leer las entradas sobre el fraude científico he estado reflexionando sobre estas y principalmente sobre el plagio.

Probablemente debido a mi corta e incipiente carrera científica, desconozco casos de plagio dentro de mi disciplina. Sin embargo, navegando en la red he podido encontrar casos de plagio que han tenido gran repercusión en todo el mundo. Desde el caso de la japonesa Haruko Obokata, la cual debió manipular y falsificar datos para afirmar después que había encontrado la manera de obtener células madre de una forma sencilla, hasta el caso de un tal Dong-Pyou Han que afirmaba haber encontrado la vacuna contra el VIH. Sin embargo luego se demostró que había añadido componentes de sangre humana a la sangre de conejo que utilizaba para su experimento.
Estos casos, junto con otros más se encuentran en artículos divulgativos que muestran los casos más famosos de la historia. De hecho, he encontrado una página que va reclutando los plagios más famosos que surgen en la investigación.

Esta claro que este tipo de fraudes y plagio son los más llamativos y de mayor repercusión. Pero es cierto también que el fraude y el plagio se dan de manera más sutil y con una repercusión menor pero ahí están, solo que igual no tienen tanta repercusión porque el investigador que las lleva a cabo no es un ministro de economía o un investigador de renombre.

Otro aspecto que me ha llamado la atención de las lecturas y que me gustaría destacar es la práctica común de añadir a los artículos realizados por los becarios el nombre de, no sólo su director de tesis (lo cual lo veo lógico y necesario), sino también el de medio departamento a poder ser. Esto es una realidad que nos ha pasado a casi todos. Supongo que esta práctica no sería tan habitual si no se valorase principalmente a los investigadores por la cantidad de sus publicaciones sino por la calidad de las mismas.