Me
parece muy acertada la visión de Kuhn sobre la evolución de la ciencia y de los
paradigmas que la sustentan a través de la investigación continuada. Su teoría
se puede aplicar perfectamente a la enfermería.
Centrándome
en mi profesión. Hacia los años 40 se evaluó la formación de las enfermeras en
Estados Unidos y se objetivaron múltiples deficiencias. Para solucionarlas, las
enfermeras de aquella época comenzaron a investigar sobre su propia profesión,
qué hace una enfermera, cuáles son sus características, o cómo las perciben el
resto de profesionales. Todo ello impulsó la investigación en enfermería y la
mejora de la práctica.
A
partir de entonces comenzaron a desarrollarse teorías de enfermería basadas en
un paradigma positivista propio de la época. Por ejemplo, una de las grandes
teóricas, Virginia Henderson, desarrolló una teoría por la cual consideraba que
las personas tenían 14 necesidades básicas y que la enfermera debía cubrir con
su cuidado esas necesidades. Esta teoría fue en su momento un gran éxito y en
muchos hospitales las enfermeras trabajaban en base a ella. De hecho, hoy en
día todavía se utiliza. Sin embargo, con el tiempo se empezó a comprobar que
muchas veces esta visión era insuficiente ya que el cuidado y las personas son
mucho más complejos que reducirlo todo a 14 necesidades.
A su
vez se vio que no todas las cuestiones podían ser solventadas bajo un paradigma
positivista ya que el ser humano es un ser complejo. Por eso, a partir de los
años 70 empieza a cobrar fuerza también el paradigma cualitativo, mediante el
cual las enfermeras comienzan a investigar acerca de los fenómenos que las
rodean.
Con
todo esto quiero decir que no se puede determinar que un paradigma u otro sea
más acertado sino que la evolución de la investigación y el surgir de nuevas
cuestiones hace que nos plateemos nuevas preguntas que requieren respuestas.